Wednesday, October 12, 2005

Perzoonalidad


Mi sombra, el lado más siniestro y oscuro del prisma que soy, es tan pura y elevada como la sonrisa que me dibuja el encuentro con la eternidad.

Tratamos de definirnos, de acorazarnos y prepararnos para la "lucha" que es la vida, nos refugiamos en grupos entre iguales y dejamos que de vez en cuando uno grite y hasta muera por el resto; siempre tratamos de estar lo más lejos posible del YA. Somos un animal (es cierto) pero no por eso bestias o brutos, somos sagrados (es cierto) en todos nuestros vertices. Los que quieren guerra tendran guerra (y no se quejen) y los que ya esten cansados de luchar tirense de panza al sol y dejen que la vida les haga el amor.
No hay obligación de ser "morales", de caerle bien a todos, lo más importante es ser fiel con uno mismo, por que somos la escencia del todo y si logramos conectarnos con nosotros mismos nos conectamos con él y cuando todo es nuestro amigo no existen conflictos, si no claridad.

hoy día quiero satisfacerme por completo, amar sin medida y exponer mi corazón, acepto lo que tengas para mi resrvado amadanada, estoy en ti y hacia ti voy, es simple.

5 comments:

Oscar Pita Grandi said...

cuando ese demonio interior empieza a zumbarnos al´oído, es emjor hacerle caso.
Saludos.

Oscar Pita Grandi said...

sorry, debía decir, "es mejor hacerle caso".

Anonymous said...

la diáfana nada también lo puede ser todo.

Tienes un suave lugar donde detenerse a respirar.

Anonymous said...

Hola, creo que eso es lo que me pasa. Vivo con mucha frecuencia el conclicto de hacer lo que realmente siento o lo que le que es "normal". Generalmente, busco acoplarme al grupo, alguna vez le dije a alguien que soy "camaleónico". Tiene enormes ventajas, me ha facilitado las cosas en algunos trabajos; sin embargo, en situaciones tan simples como una reunión entre amigos se ha convertido en causa de ansiedad. ESpero seguir tu consejo.
Leon.

Anonymous said...

La veracidad y la ambibalencia del ser humano se vuelve justo eso, conocimiento de si mismo... aquel hombre o mujer que logra conocer sus miedos más profundos y hacerles resaltar para demostrar que puede más el sentido común que la nostalgia, ha ganado la mitad de la batalla. Lo mismo pasa cuando se ama a si mismo el sentido de obliquidad que obliga ser justo con el semejante... quien lo intenta, ha ganado el resto de la espada... lo demás solo es demostrar con hechos y consecuencias, que la responsabilidad de vivir recae en uno y nada más que en uno.