
Mi sombra, el lado más siniestro y oscuro del prisma que soy, es tan pura y elevada como la sonrisa que me dibuja el encuentro con la eternidad.
Tratamos de definirnos, de acorazarnos y prepararnos para la "lucha" que es la vida, nos refugiamos en grupos entre iguales y dejamos que de vez en cuando uno grite y hasta muera por el resto; siempre tratamos de estar lo más lejos posible del YA. Somos un animal (es cierto) pero no por eso bestias o brutos, somos sagrados (es cierto) en todos nuestros vertices. Los que quieren guerra tendran guerra (y no se quejen) y los que ya esten cansados de luchar tirense de panza al sol y dejen que la vida les haga el amor.
No hay obligación de ser "morales", de caerle bien a todos, lo más importante es ser fiel con uno mismo, por que somos la escencia del todo y si logramos conectarnos con nosotros mismos nos conectamos con él y cuando todo es nuestro amigo no existen conflictos, si no claridad.
hoy día quiero satisfacerme por completo, amar sin medida y exponer mi corazón, acepto lo que tengas para mi resrvado amadanada, estoy en ti y hacia ti voy, es simple.
5 comments:
cuando ese demonio interior empieza a zumbarnos al´oído, es emjor hacerle caso.
Saludos.
sorry, debía decir, "es mejor hacerle caso".
la diáfana nada también lo puede ser todo.
Tienes un suave lugar donde detenerse a respirar.
Hola, creo que eso es lo que me pasa. Vivo con mucha frecuencia el conclicto de hacer lo que realmente siento o lo que le que es "normal". Generalmente, busco acoplarme al grupo, alguna vez le dije a alguien que soy "camaleónico". Tiene enormes ventajas, me ha facilitado las cosas en algunos trabajos; sin embargo, en situaciones tan simples como una reunión entre amigos se ha convertido en causa de ansiedad. ESpero seguir tu consejo.
Leon.
La veracidad y la ambibalencia del ser humano se vuelve justo eso, conocimiento de si mismo... aquel hombre o mujer que logra conocer sus miedos más profundos y hacerles resaltar para demostrar que puede más el sentido común que la nostalgia, ha ganado la mitad de la batalla. Lo mismo pasa cuando se ama a si mismo el sentido de obliquidad que obliga ser justo con el semejante... quien lo intenta, ha ganado el resto de la espada... lo demás solo es demostrar con hechos y consecuencias, que la responsabilidad de vivir recae en uno y nada más que en uno.
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